Ciclo anual
Como su nombre indica, el ciclo anual es aquel que engloba el período de tiempo correspondiente a un año. En muchos casos equivale a lo que las organizaciones deportivas califican como temporada, si bien puede no coincidir a nivel de calendario con los años naturales de doce meses de enero a diciembre.
El objetivo de la planificación en el ciclo anual es la organización del trabajo a lo largo de doce meses para la consecución de un estado de mejora del rendimiento, coincidiendo habitualmente con el tiempo comprendido entre el final de una temporada y la terminación de la siguiente.
Macrociclo
La distribución de objetivos de rendimiento a lo largo del año permite dividirlo en uno o más ciclos de trabajo, cada uno de ellos atendiendo al acento que en la planificación se le dé. Estos ciclos son los denominados macrociclos.
Cuando el deportista requiere el máximo rendimiento en un único momento del año, que puede ser una competición destacada o las pocas semanas de sus vacaciones, se hace necesario plantear el trabajo en base a un único macrociclo. Si los intereses se centran en dos momentos claramente distintos, como el calendario de competiciones estatales y las últimas competiciones de copa del mundo, entonces es imprescindible trazar una estrategia en base a dos macrociclos. Análogamente, si de lo que se trata es de rendir al mayor nivel posible en cada una de las vacaciones escolares de Navidades, Semana Santa o verano, entonces lo correcto es estructurar el año en base a tres macrociclos. Hasta cuatro macrociclos podrían ser definidos en un mismo ciclo anual, aunque, salvo para profesionales, por su brevedad será difícil que se disponga de los recursos necesarios para que sean fructíferos.
La extensión de cada uno de los posibles macrociclos en los que se plantee el año no necesariamente ha de ser la misma. Puesto que la determinación y categorización de los objetivos es lo que realmente es primordial, el calendario resultante de objetivos orientará hacia la determinación del número y los momentos de inicio de cada macrociclo.
A pesar de que resulten macrociclos distintos en extensión, en objetivos de resultados o en número a lo largo de temporadas similares, la estructura de cada uno de ellos puede ser similar y basarse en la lógica progresión que la mejora del rendimiento exige, puesto que en cada uno de ellos se persigue algo parecido: rendir al máximo dentro de las posibilidades. Que la estructura pueda ser parecida no implica, sin embargo, que el diseño del trabajo sea igual.
Cada uno de los macrociclos debe contener una parte importante, mayoritaria en tiempo, dedicada a la preparación del deportista buscando su aumento de nivel; es el período preparatorio. También otra parte, no tan extensa, en la que las cargas aumentan y disminuye el volumen de trabajo, enfocada claramente a posibilitar el máximo rendimiento durante el macrociclo, al que se denomina período competitivo. Debe además plantearse una parte destinada a la recuperación (de sobreentrenamientos, de lesiones) antes de abordar un nuevo macrociclo, pudiendo prescindirse de ello en alguno de los macrociclos cuando el año está dividido en varios; se le llama habitualmente período de transición